Todo lo que necesitas saber sobre el suelo radiante, la calefacción invisible y eficiente
Para empezar, notas enseguida que toda la estancia mantiene la misma temperatura de forma increíblemente homogénea, y que no hay ni un solo radiador en las paredes, por lo que se puede aprovechar mucho más espacio para decorar o colocar muebles.
Pese a resultar uno de los sistemas de climatización más eficientes y prácticos, aún no está ampliamente implantado en nuestro país y todavía muchos piensan que es inaccesible para sus bolsillos.
¿Cómo funciona la calefacción por suelo radiante?
Es muy sencillo: se trata de instalar un sistema de tuberías bajo el pavimento o superficie del suelo que pisamos en casa.
Por esa red de tuberías circulará agua a una temperatura de entre 30ºC y 40ºC, similar a la que transita por los radiadores comunes de muchas casas.
Esa agua es igualmente calentada en una caldera, por lo que la eficiencia y el consumo energético —y, por tanto, el ahorro o la carestía en nuestras facturas de la calefacción— dependerán del tipo de caldera empleada para mantener el agua viajando a dichas temperaturas.
Una combinación óptima es suelo radiante más una caldera de condensación de alta eficiencia, lo que nos ayudará a respetar el medio ambiente a niveles ejemplares mientras nuestro gasto mensual se disminuye respecto a la media.
Esta inversión no es ni tan salvaje ni tan costosa como puede parecer, y la comodidad que disfrutaremos después es tal que, en mi opinión, merece la pena planteárselo.
Por supuesto, si la casa aún está en construcción, miel sobre hojuelas: en esta fase previa resultará facilísimo y económico implementar suelo radiante por doquier antes de preparar el suelo definitivo.
Una vez instalado este suelo radiante podrás colocar cualquier tipo de mueble sin problema alguno y, como extra, tu nueva calefacción invisible te servirá también en verano para refrescar la casa, haciendo correr agua fría bajo tus pies.


